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[Caso Real] Cómo ayuda la fisioterapia a aumentar la fertilidad

Hay muchas parejas que pasan por el mal trago de querer ser padres y no poder. Un problema de infertilidad se convierte en el principal problema de la pareja. Pero, ¿qué papel juega aquí la fisioterapia?

En este artículo te vamos a contar un caso real de cómo la fisioterapia ha ayudado a una paciente a aumentar la fertilidad y quedarse embarazada. Es el caso de una mujer a la que vamos a llamar Laura (nombre ficticio). 

Antes de nada, destacar que cuando ayudas a una mujer a conseguir su sueño de ser madre no solo es una paciente. Cuando alguien confía ciegamente en la profesionalidad de nuestra clínica se convierte en alguien muy especial.

¿Por qué acudió Laura a nuestra clínica para quedarse embarazada?

Laura acudió a la clínica porque su pareja y ella estaban buscando familia y, tras un embarazo ectópico (un año antes), no lograban quedarse embarazados de nuevo. Sí, la mujer es la que se queda embarazada, pero el papá también ha ayudado a que eso suceda. Y para nosotras son un pack, un equipo.

Tras dos inseminaciones fallidas, decidió probar una alternativa (que puede ser un tratamiento complementario a la inseminación) y acudió a nuestra clínica en Junio de 2019.

Tras la primera sesión en la cual le hago todas las preguntas pertinentes y Laura me cuenta todas sus dudas y sus miedos, pasamos a explorarle: postura, tensiones y toda la zona pélvica y de la esfera ginecológica.

Cuando Laura se desviste, observo la cicatriz en su abdomen de la que ya me había hablado, de pequeñita le operaron del sistema urinario (además, en más de una ocasión), y se me despiertan todas las alarmas. Pues era una cicatriz que nunca se había tratado, y las adherencias eran más que perceptibles. Pedía a gritos ser tratada.

 

Tratamiento de la cicatriz para acabar con la infertilidad

Y puede que te preguntes… ¿Y qué tiene que ver una cicatriz y sus adherencias con el embarazo? Más de lo que puedes pensar. Los órganos sexuales, concretamente el útero, es el órgano más móvil del cuerpo, y para que se pueda concebir una vida, esa movilidad es necesaria. Las adherencias generan tensiones y reducen (hasta el punto de desaparecer) la movilidad de la zona en la que se encuentre, en este caso útero, incluso vejiga y ovarios.

Tras observar la cicatriz y ver cómo se encuentra, pasamos a explorar la movilidad del útero y todas las tensiones de la zona. Y así pude planificar las sesiones y los objetivos a corto, medio o largo plazo.

Comenzamos con dos sesiones por semana, para trabajar la cicatriz y todas las tensiones de aquellos músculos que insertan en pelvis, además de hacer técnicas para reducirle la ansiedad. Tras dos o tres semanas tratando así, reducimos las tensiones externas y comenzamos ya con el tratamiento de suelo pélvico, con técnicas internas para devolverle la movilidad, además de continuar con las tensiones que quedasen en la cicatriz y musculatura. A finales de Julio hacemos la última sesión hasta después del verano.

Unos días antes de que llegara su cita de nuevo, recibo una llamada de Laura, con la mejor de las noticias, ¡está embarazada! Así que pospusimos la cita hasta que pasara el primer trimestre.

Comenzamos el tratamiento del embarazo

A partir de la semana 14, en este caso, comenzamos el tratamiento y esta vez ya específico para embarazadas, aunque teníamos que seguir tratando algo la cicatriz.

 

Fuimos tratando todas las tensiones abdominales con técnicas suaves y técnicas fasciales. Además,  la peque estaba siempre en un lado, y con más frecuencia con el culo hacia abajo (aunque bien es cierto que hasta que se quedan casi sin espacio, se mueven mucho, para todos lados, pero en todas las ecos al inicio la cabeza estaba arriba y el culo abajo).

Por tanto, fuimos tratando también la movilidad del útero y de la articulación de la pelvis. Pues si en una parte del abdomen hay tensión, los bebés suelen huir de ahí.

Problema: neuralgia intercostal

Tuvo una pequeña complicación. El día que comenzó apareció con una neuralgia intercostal, y nos la tuvimos que ingeniar mucho, ya que hay aparatos que estando embarazada no se pueden usar y para eso van muy bien. Pero logramos que desapareciese, al menos por un tiempo, pues en el último trimestre, con la peque ya grande, volvió a aparecer.

Un mes después de esa primera foto, volví a hacerle otra, esta vez de frente, donde puedes observar el cambio que se produce una vez tratamos el abdomen y hacemos ejercicios a nivel frontal:

Tratamiento de la fertilidad con fisioterapia

Trabajos posturales

A medida que las sesiones iban avanzando, añadíamos técnicas y ejercicios en la consulta, ejercicios de desequilibrio, trabajos posturales, relajación del diafragma, ejercicios respiratorios y para activar el músculo transverso.

Este músculo es muy importante ya que influye en la postura y, concretamente, en las embarazadas. Con el crecimiento de la tripa, el centro de gravedad cambia y la postura también para adaptarse a ese cambio.

¿Por qué es tan importante el trabajo postural durante el embarazo?
Para que el cuerpo se adapte a ese cambio de gravedad de la mejor manera posible y prevenir o reducir el riesgo de que aparezcan lumbalgias o ciáticas.

En cada sesión le mandábamos ejercicios para casa, para mantener lo que en las sesiones íbamos ganando. Aquí puedes ver algunos ejemplos:

 

Etapa final del embarazo

Poco a poco la peque estaba más tiempo en posición cefálica que presentación de nalgas e iba colocándose en el centro del abdomen. Indistintamente en el lado derecho e izquierdo, su postura iba mejorando, y los dolores de espalda y la neuralgia fueron desapareciendo.

Sesión en pareja

Una vez Laura entró en la semana 32, hicimos una sesión en pareja. Les expliqué posiciones que podría aliviarle las contracciones el día del parto, el masaje que el futuro papá podría hacer para ayudarle a disminuir las tensiones generadas de las contracciones y formar parte también de ese momento, además de algunos trucos para que en casa pudiesen hacer y así liberarle a ella un poco la carga de la zona lumbar.

Por desgracia no pudimos terminar las sesiones cómo toca porque nos pilló el confinamiento de por medio, así que le ayudamos en la distancia. Aunque alguna sesión de urgencia por la neuralgia intercostal tuvimos que hacer.

 

Una vez entrada ya en la semana 34-36, les enseñé el masaje perineal. Es importante hacerlo, puesto que ayuda a prevenir los desgarros, ya que unos de los objetivos del tratamiento en embarazadas es que la musculatura de la zona esté fuerte y flexible para el momento del parto, y también para que el posparto sea mejor de recuperar la musculatura.

El momento del parto

Y finalmente llegó el día, ese día que esperas con ansias pero que cuando lo ves más cerca te entra un algo por el cuerpo que se convierte en una vorágine de emociones (miedo, entusiasmo, incertidumbre, alegría…).

El 10 de Mayo Laura dio a luz a una peque preciosa, a la que ya le hemos hecho la revisión para ver que todo esté bien a nivel craneal y de tensiones musculares.

A nivel craneal porque tuvieron que usar al final una ventosa y, aunque es una herramienta muy necesaria en algunas circunstancias, es bastante traumático para el cráneo de los bebés. Y revisión de tensiones en el abdomen para prevenir los cólicos y los reflujos.

Y nos gustaría terminar este post dándole las gracias a Laura, por aguantar tanta foto y por confiar en Clínica Ossum. Son una familia muy bonita.

El bebé de Laura recién nacido

 

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